miércoles, 20 de octubre de 2010
( x-h)2 = 4p (y-k)
A veces, la vida da giros  inesperados. A veces, esos giros inesperados son los que hacen memorable nuestra existencia, otras marcan diferencias demasiado grandes, y trazan una recta paralela que nos aleja de las vidas de los demás. Y duele. Mucho. Pero no hay tippex en la vida, ni siquiera un tachón a tiempo puede hacer que se arregle ese fallo por un instante en el que se te movió el cartabón. Sólo una línea que no para,  hasta la muerte... Y aunque parezca una ironía yo creo que al final, la vida dibuja  una curva semejante a una sonrisa.
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