jueves, 14 de febrero de 2013

Autoengaño

Si hay algo que propicia el dolor es el autoengaño, esa tendencia que tenemos a mentirnos y a compadecernos de nosotros mismos, ese optimismo disfrazado que te empuja a cometer auténticas estupideces solo porque estás malinterpretando intencionadamente las señales que te están enviando desde el otro bando. Pero sigues empeñándote en ver lo que quieres, en darle otro significado en lugar de aceptar las cosas tal y como son, porque tu eres así de idiota, para qué decir lo contrario, y siempre te han encantado los imposibles, imposibles que finalmente lo fueron porque otra persona decidió que realmente lo eran, cuando tú hubieras hecho cualquier cosa porque no fuera así.
Y ahora me pregunto...¿por qué? después de tantos cabezazos contra la pared sigues intentando derribarla y no vas a parar hasta que te abras la cabeza con el muro de hormigón.
¿Realmente merece la pena darlo siempre todo? Me estoy cansando de chocar una y mil veces con un muro que no cede... Esta vez no quiero lastimarme tanto... si este muro no empieza a ceder... quizá una retirada a tiempo sea la mejor victoria. Al fin y al cabo nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, mas tarde cae en la cuenta de que fue completamente suyo y no lo valoró, pero para entonces, ya es demasiado tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario