domingo, 4 de mayo de 2014

Cambios

No soy perfecta, por desgracia, cometo fallos, muchos, y quiero seguir fallando porque así se aprende. No soy perfecta, pero he aprendido que los fallos son menos fallos si los reconoces y te disculpas. A mí pedir perdón me costaba la vida entera,  me he dado cuenta de que pedir perdón no te hace vulnerable, ni débil. Pedir perdón, dignifica, pedir perdón es decir "me importas". Cuando pido perdón me sale del corazón, porque lo que si que nunca entendí es pedir perdón como el que te dice que son las cinco menos cuarto de la tarde, sin ningún sentimiento. En este proceso de cambio me he dado cuenta de tantas cosas que he hecho mal. Menos mal que he abierto los ojos de par en par, cierto es que todavía me quedan bastantes cosas que pulir, pero lo más importante es que estoy en el camino correcto, y ahora mismo creo que no podría sentirme mas orgullosa de mi. Gracias a todos los que siguen a mi lado después de haber conocido la peor parte de mi, de verdad, gracias, porque ahora es cuando os enseño la parte buena.

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