viernes, 22 de febrero de 2013

Soy de esas personas que siempre guardan cosas que le recuerdan  algún buen momento.
Hoy, estaba ordenando mi habitación y sin querer, he abierto una caja en la que tenía acumulados un montón de momentos. Había fotos, cds, entradas de conciertos, tickets de compra, llaveros ganados en la feria...
En fín, un montón de cosas. Y al verlas todas he recordado la historia de cada pequeña tontería que había en esa caja. Porque yo soy así, me acuerdo de las historias de cada cosa que tengo (ya se que es una tontería, pero me acuerdo, no se por qué). El caso es que en algún momento decidí guardar esas pequeñas cosas porque me pareció que en algún momento querría recordar ese día. Nada mas lejos de la realidad. He recordado momentos que ojalá pudiera borrar de mi mente, momentos que fueron buenos, si, pero que han quedado ensuciados y emborronados por todas las cosas que han pasado después. Gente a la que querías en aquel momento, y que a día de hoy preferirías no haber conocido.
Con lágrimas en los ojos he cerrado la caja, no he sido capaz de deshacerme de nada de lo que estaba dentro de ella, la he dejado en su sitio y he seguido limpiando.
Supongo que algún día la tiraré y dejaré de acumular cosas que luego hacen que recordar duela.

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