martes, 12 de octubre de 2010

Fragilidad .

Pensó que ya no había nada, nada que ver, ni oír, ni sentir… Nada que volviera a ser nada, pues esa era la única nada y para siempre sería nada; todos los días sería nada, incluso llegaría un momento en que la nada se llevaría a la nada y entonces no quedaría... nada.

1 comentario:

  1. Una gran y absoluta nada... ¿No sientes la necesidad acuciante de que alguien te abrace?

    Besos gélidos y un abrazo

    ResponderEliminar